Alimentación para la alta montaña...



El montañista es una persona que, además de practicar un deporte muy exigente y de larga duración, debe enfrentarse a situaciones climáticas adversas como temperaturas muy bajas y a la altitud que suele ser bastante elevada. La comida debe ocupar poco espacio y tener un peso lo más reducido posible. A altitudes superiores a los 3.500 metros se consume más energía realizando el mismo esfuerzo. Este aumento del catabolismo provoca pérdida de peso, de masa muscular y de grasa. 

 En expediciones de alta montaña las ganas de comer y de beber se ven limitadas por el cansancio de días de esfuerzo, por las condiciones de frío extremo y por la hipoxia o falta de oxígeno que se produce en altitudes que superan los 4.500 metros.

Los alimentos escogidos para marchas deben reunir una serie de características: